El accidente se produjo cuando 11 hombres trabajaban a 694 metros de profundidad, en la galería 740 de la mina de carbón, propiedad de Hullera Vasco Leonesa. Los mineros fueron sorprendidos por un escape súbito y de gran magnitud de grisú, un gas que devora el oxígeno de forma radical y brutal. Fueron los demás trabajadores, un centenar, los primeros en saber del accidente y quienes los evacuaron de la zona. Algunos sufrieron también los efectos del gas y uno de ellos figuraba entre los heridos trasladados al Hospital de León, hasta donde fueron llevados un total de cinco trabajadores. Los médicos temían por la vida de uno de ellos.
El suceso, el peor accidente minero de los últimos 18 años, se registró sobre la una y media de la tarde. En ese momento, se abrió una bolsa de gas, sin que se produjera ninguna explosión. El grisú, silencioso e inodoro, salió de forma súbita (fue un “repentino escape”, según la empresa), por lo que los mineros no tuvieron tiempo de colocarse las máscaras de protección (autorrescatacadores, en la terminología minera) ni de huir.
“Para ganarse el pan, se han dejado la vida”, se apenaba Miguel Ángel Iglesias, un minero jubilado de ese yacimiento, propiedad de Hullera Vasco-Leonesa. Madres, mujeres, hermanos, hijos, muchos de ellos pequeños se fundían en abrazos y los llantos se sucedían entre los familiares, vecinos y compañeros.
El sector minero convocó una concentración para mediodía de hoy en la plaza de Llombera de Gordón en memoria a las víctimas del grisú. Todos los yacimientos de España estarán de luto, cerrados, hoy y mañana, y la Junta de Castilla y León decretó tres días de luto oficial. El presidente autonómico, Juan Vicente Herrera, y el ministro de Industria, José Manuel Soria, se trasladaron al lugar de la tragedia.
Aqui un informativo subre el suceso:
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